Negocios cancamuseros

Una cancamusa constituye un engaño utilizando la desorientación, creando unas expectativas que no se corresponden con la realidad. Han sido varias empresas las que de una u otra forma, han seguido este modelo de negocio como keteké, Terra, ya.com, Mobuzz, Fon, etc, cuyo destino final es el fracaso. Estas dos últimas empresas, Mobuzz y Fon, son ejemplos muy representativos de cancamusa y conviene explicar un poco su trayectoria.

http://www.terra.es//, http://www.ya.com/

Mobuzz, una empresa de divulgación de noticias a través de videoblogs, a modo de diario digital, desde su creación, planteaba una estrategia de negocio basada en la publicidad y se funda con dinero procedente de donaciones. De una forma irracional comenzaron a gastar altas cantidades de dinero, sin tener los correspondientes ingresos. Estos ingresos por publicidad, no llegaron hasta el año 2008, año en que la actividad no se podía sostener. Para intentar salvar Mobuzz, se hizo un llamamiento para poder recaudar los fondos suficientes, con el fin de reflotar la compañía pero no se consiguió y cerró. 

Fon, que aún sigue funcionando, tiene como objetivo crear una comunidad global WiFi con distintos puntos de acceso a los que los usuarios se pueden conectar gratis. Tiene un planteamiento muy egoísta y está por ello destinado al fracaso, ya que, la empresa solo aporta marca, mientras que es el usuario quien carga con el pago del hardware, router y antenas. Además hay una continua desactualización de los puntos de acceso. Es muy probable que si Fon consigue un elevado número de clientes, no dude en deshacerse de su cancamusa, algo que por otra parte es una práctica común entre estas empresas.

http://www.fon.com/es/

Este es un problema bastante generalizado en las empresas de comercio electrónico. Desde el punto de vista legal, se podrían imponer requisitos más estrictos a la hora de crear empresas de comercio electrónico, así como un mayor seguimiento de su actividad pero al fin y al cabo, la única medicina posible para evitarlo es un poco de sentido común y un manejo de los recursos comedido, sin contar con expectativas futuras irreales. Pero como el sentido común es el menos común de todos, es probable que este problema continúe de forma recurrente en el tiempo.